Sea como fuere, lo que sí es claro, es que es una forma de gozar del tiempo libre o de pasar un rato. Simplemente mirando a nuestro alrededor en el tren o en un avión se observa cómo es una de las acciones más habituales para hacer “algo más corto y llevadero” el trayecto.
Se dice que existen estadísticas para casi todo, y la lectura no va a ser menos. El barómetro para 2010 y publicado en enero de 2011 que elabora la Federación de Gremios de Editores de España muestra algunos datos, cuanto menos, curiosos:
- El 60,3% de la población española a partir de 14 años afirma leer libros (en cualquier formato), ya sea por ocio o por motivos de trabajo o estudios. Esta población calcula haber leído una media de 9,6 libros en los últimos doce meses, lo que supone ceca de un libro al mes
- De las personas lectoras, un 57,0% lo hace para pasar su tiempo libre mientras que un 21,5% es por motivos de trabajo o estudios.
Algo peculiar de observar, es el modo en que las personas marcamos la página del libro en el que nos quedamos cuando hemos de cesar esta la actividad.
En el mercado hay todo tipo de elementos a cuál más curioso, que han dejado de lado el clásico “punto de libro”.
Incluso algunos van más allá y aprovechan la necesidad que genera al hábito de leer por la noche, en la cama, añadiendo una lamparita al propio “punto”, generando así puntos de libro con luz… así se “matan dos pájaros de un tiro”